Muchas personas piensas que al dejar de comer van hacer que su organismo vaya a su ritmo y adelgacen de manera rápida. Pero no esto no es la solución.
El cuerpo, al sentir la falta del alimento, fabrica sus propias grasas y retiene fuertemente las que ya tiene y, en vez de adelgazar, engordás. Por el otro lado, es un efecto boomerang, no comés y cuando querés hacerlo, comés todo, más de lo debido.
El verdadero sistema para adelgazar es comer poco y seguido, así se mantiene engañado al estómago, ocupado en digerir un poco de alimento, sin despertar al hambre. Y, al mismo tiempo, acostumbrándose a comer poca cantidad, se va achicando el estómago en su volumen y, cuando quieras comer mucho un día, no podrás, por lo que comer poco y seguido no sólo es sano, sino que se vuelve un buen hábito.
Lo ideal es desayunar bien (sin grasas y azúcares, obvio), comer una colación liviana, almorzar, otra colación, merendar y luego cenar, sin que nos falte la abundancia de líquido, que además elimina toxinas y grasas y nos aporta muchísimos beneficios más.Por todo esto, dejar de comer es un error y arroja un resultado contraproducente, además de dañino.
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